jueves, 28 de febrero de 2013

LEETE ESTE CUENTO EN MARZO


MARGARITA


Margarita, está linda la mar,
y el viento
lleva esencia sutil de azahar;
yo siento
en el alma una alondra cantar:
tu acento.
Margarita, te voy a contar
un cuento.

Éste era un rey que tenía
un palacio de diamantes,
una tienda hecha del día
y un rebaño de elefantes,

un kiosco de malaquita,
un gran manto de tisú,
y una gentil princesita,
tan bonita,
Margarita,
tan bonita como tú.

Una tarde la princesa
vio una estrella aparecer;
la princesa era traviesa
y la quiso ir a coger.

La quería para hacerla
decorar un prendedor,
con un verso y una perla,
y una pluma y una flor.

Las princesas primorosas
se parecen mucho a ti:
cortan lirios, cortan rosas,
cortan astros. Son así.



Pues se fue la niña bella,
bajo el cielo y sobre el mar,
a cortar la blanca estrella
que la hacía suspirar.

Y siguió camino arriba,
por la luna y más allá;
mas lo malo es que ella iba
sin permiso del papá.

Cuando estuvo ya de vuelta
de los parques del Señor,
se miraba toda envuelta
en un dulce resplandor.

Y el rey dijo: "¿Qué te has hecho?
Te he buscado y no te hallé;
y ¿qué tienes en el pecho,
que encendido se te ve?"

La princesa no mentía.
Y así, dijo la verdad:
"Fui a cortar la estrella mía
a la azul inmensidad."

Y el rey clama: "¿No te he dicho
que el azul no hay que tocar?
¡Qué locura! ¡Qué capricho!
El Señor se va a enojar."

Y dice ella: "No hubo intento;
yo me fui no sé por qué;
por las olas y en el viento
fui a la estrella y la corté."


Y el papá dice enojado:
"Un castigo has de tener:
vuelve al cielo, y lo robado
vas ahora a devolver."

La princesa se entristece
por su dulce flor de luz,
cuando entonces aparece
sonriendo el buen Jesús.

Y así dice: "En mis campiñas
esa rosa le ofrecí:
son mis flores de las niñas
que al soñar piensan en mí."

Viste el rey ropas brillantes,
y luego hace desfilar
cuatrocientos elefantes
a la orilla de la mar.

La princesita está bella,
pues ya tiene el prendedor
en que lucen, con la estrella,
verso, perla, pluma y flor.

Margarita, está linda la mar,
y el viento
lleva esencia sutil de azahar:
tu aliento.

Ya que lejos de mí vas a estar,
guarda, niña, un gentil pensamiento
al que un día te quiso contar
un cuento.

Rubén Darío 

EFEMERIDES MARZO


EFEMÉRIDES DEL MES DE MARZO

-          1596 -Nace René Descartes. Nace René Descartes, en La Haye En Touraine, cerca de Poitiers, filósofo, matemático y científico francés, considerado como el padre de la filosofía moderna.

-          1685 -Nace Johann Sebastián Bach. Fue organista, clavecinista y compositor alemán de música del barroco. Perteneció a una de las familias de músicos más importantes de la historia.

-          1727 -Fallece Isaac Newton. fue inventor, matemático, físico, alquimista, filósofo,… Escribió los Philosophiae naturalis principia mathematica, donde describió la ley de la gravitación universal y estableció las bases de la mecánica clásica.

-          1810 -Nace el compositor y pianista francés de origen polaco Frédéric Chopin. Es considerado como uno de los compositores y pianista más importantes de la historia.

-          1879 -Nace Albert Einstein. Considerado como uno de los físicos más importantes del S. XX, formuló, entre otras, la teoría de la Relatividad, que revolucionó por completo los conceptos de física clásica.

-          1894 -Nace Alexander Ivánovich Oparin. Fue biólogo y bioquímico soviético que realizó respecto al origen de la vida en la Tierra.

-          1927 Nace el escritor colombiano Gabriel García Márquez.

-          1934 -Nace Yuri Alekséyevich Gagarin Fue un cosmonauta soviético. El 12 de abril de 1961, Gagarin se convirtió en el primer ser humano en viajar al espacio.

-          1955 -Fallece Alejandro Fleming. Fallece el médico inglés Alejandro Fleming, bacteriólogo famoso por el descubrimiento de la penicilina. Esto le valió el premio Nobel en Medicina (1945).

-          1956 - Fallece Irene Joliot-Curie, hija de Marie Curie. Descubrió, junto a su marido, Federico, la reactividad artificial y fueron los primeros en determinar el número medio de neutrones que se desprenden durante la fusión del núcleo del átomo de uranio. Además demostraron la posibilidad de la reacción nuclear en cadena con liberación de energía.

-          1999 Muere el poeta Jaime Sabines, de cáncer.

-          8 Marzo  Día Internacional de la Mujer.

-          21 marzo Día Mundial Del Síndrome De Down.

    -    22 de Marzo Día Mundial Del Agua.


viernes, 1 de febrero de 2013

LIBROS RECOMENDADOS FEBRERO




EFEMERIDES FEBRERO



EFEMÉRIDES DEL MES DE FEBRERO


1881 - Publicación del primer número del diario "La Vanguardia" de Barcelona, uno de los referentes del periodismo español.

1884 - Se publica el primer volumen del Oxford English Dictionary.

1924 - Reaparece la revista literaria argentina "Martín Fierro", que se publica hasta 1927.

1930 - Nace María Elena Walsh, escritora argentina.

1863 - Se crean los Estados Unidos de Colombia bajo el Gobierno de Tomás Cipriano de Mosquera.

1994 - Lanzamiento del transbordador "Discovery" con un astronauta ruso a bordo, primero en un vehículo espacial estadounidense.

1924 - Liberan a Mahatma Gandhi, líder nacionalista indio.

1852 - Se inaugura el museo de L'Hermitage en San Petersburgo.

1953 - Se estrena "Peter Pan", de Disney en el Teatro Roxy de New York, EE.UU.

1935 - Se pone a la venta el juego "Monopoly".

1940 - Estreno de "Pinocho", de Disney

1791 - Aparece el primer número del "Papel Periódico de la Ciudad de Santa Fe de Bogotá".

1564 - Nace Galileo Galilei, matemático y astrónomo italiano.

1918 - Los turcos incendian la biblioteca de Bagdad y queman 20.000 libros.

1983 - El Compact Disc hace su aparición en el mercado.

CUENTO MES DE FEBRERO

LEETE ESTE CUENTO EN FEBRERO

Hola, queremos compartir con todos el Cuento y Efemerides sugeridos para el mes de Febrero.

LOS BESOS DE MARIA

Antes de partir a la guerra, un hombre dejó a su novia una docena de besos.  "María, voy a salvar la patria, te dejo doce besos que son la vida mía, cuídalos", dijo el hombre en la puerta. "No te preocupes, Federico", dijo María y le hizo adiós con un pañuelo.

                María iba a todas partes con sus besos, bien repartidos por toda la cara. Amaba a todos y todos amaban a María, pero el más gracioso le bailaba en la nariz y el preferido le volvía la boca como una rosa recién cortada. Los hombres la seguían como perros muertos de sed. "María, vida mía, tírame un beso", le decían, muertos de la necesidad. María no se sentía sola, no sabía mucho de la guerra y se declaraba feliz.

                El lunes recibió una carta de Federico, que le contaba que la guerra iba bien, más o menos empatados en muertos y heridos, pero la extrañaba, y que por favor le enviara un beso. María se arrancó un beso de la mejilla y se lo entregó al cartero, que lo guardó en la cartera, subió a la bicicleta y echó a rodar calle abajo.

                Con once besos María todavía era feliz.

                El martes recibió otra carta. María vivía en la parte más alta de la ciudad y el cartero llegaba sudoroso y con la lengua afuera. Apartó las nubes para tocar la puerta y le sugirió a María que viviera un poco más abajo, donde su casa no se confundiera con las nubes, porque sus viejos huesos no daban para tanto, o le rogara a su enamorado que no le escribiera tan seguido.        

                -¿Cómo sabes que son cartas de amor? -preguntó María.

                -Sólo llevo cartas de amor -explicó el cartero-. Las reconozco por el olor, María. Huelen como los duraznos a las tres de la tarde.

                Federico necesitaba otro beso porque lo habían herido en el corazón. "Seguramente se enamoró de un enemigo de ojos verdes", pensó María y al momento se arrepintió de pensarlo. Envió el beso por entrega inmediata y al día siguiente recibió las gracias y la solicitud de otro beso, esta vez para el capitán, que agonizaba con un balazo en la cabeza.

                "La guerra se pone dura", decía Federico en la carta que María recibió el jueves. El beso para el capitán llegó tarde. Tres soldados malheridos se disputaron el beso de María y encontraron alivio. Soñaron con María.

                María dejó de recibir cartas, para dicha del cartero, que pensó que el hombre había muerto de amor. Con nueve besos María aún era feliz. "Mira esa mujer llena de besos", decía la gente a su paso. María sonreía.

                Un payaso en bicicleta le robó un beso. María lo persiguió pero no lo alcanzó.

                -Ese beso te va a matar -gritó María.

                Le quedaban ocho. En eso pensó antes de dormir. Se los contempló en el espejo, toda vanidosa, toda feliz.

                Al despertar, sólo tenía siete. "¿Cómo es posible que me roben mientras duermo?" Se lo preguntó al espejo y el espejo no respondió. Pensó que tal vez un ángel había entrado a su cuarto, tal vez un vampiro, tal vez quién sabe. Sacudió la cama, buscó debajo, entre los zapatos y las medias, revolvió todo el cuarto porque un beso se puede encontrar en cualquier parte, y luego toda la casa. 

El corazón le subía y le bajaba como un yoyo. Al fin, desde la ventana, descubrió que su gato se relamía de gusto en el jardín. "Miserable ladrón", gritó  "Te voy a volver al revés y te sacaré el beso." El gato no se volvió a dejar ver.

                María se dedicó a cuidar los besos.

                -¿Quién fuera un pájaro en ese árbol de besos? –decían los hombres.

                -Ay –decían otros-. ¿Quién fuera el cielo de semejante enjambre de estrellas?

                Un limosnero ciego inventó una canción. Al poco tiempo toda la gente cantaba la canción de los besos de María en todas partes. Furiosa, María buscó al limosnero y le hizo algunos reclamos.  "Mis besos son mis besos", gritó María. ¿Quién le daba derecho a cantar sobre sus besos? 

                -No se habla de otra cosa en la ciudad -dijo el limosnero-. Vas de boca en boca, María.

                La mujer precisó ciertas inexactitudes, y el limosnero aceptó modificar algunas estrofas.

                -Me tomé algunas libertades por el afán de cuadrar la rima –se disculpó-. Y me imaginé qué pasaría con el resto de los besos.               

                María le arrojó una moneda y le aseguró que no pensaba perder un beso más.

                Eso pensaba María. Los besos estaban inquietos, se le saltaban de la cara, se le escapaban en la oscuridad. María no quería quedarse sin besos, pero los besos como que buscaban dueño.

                Un viento terrible le arrancó tres besos.

                La lluvia le derritió otro.

                De tres besos dependía la vida de María cuando se enamoró del negro Nicanor.

                -Aléjate, llevas besos de otro -dijo el negro.

                -Ay, Nicanor, son besos de María -dijo María.

                -Se nota que son de otro.

                -Prueba y verás que son míos -dijo María.

                -¿Cuál vas a darme?

                -El que tú quieras -dijo María.

                El negro pidió el beso de la frente. "Sabe a chocolate", dijo, relamiéndose. "Espérame el domingo en el parque de los girasoles."  Y se fue volando.

                María llegó temprano y se sentó a esperar.

                El negro apareció pronto con un copito de nieve y una cometa de corazones. Fueron al monte de los suspiros a elevar la cometa. El beso que le quedaba en la nariz a María subió por la cuerda, llegó a la cometa y se extravió entre las nubes.

                Al anochecer, el negro le pidió el último beso.

                -María, dame el beso de tu boca.

                María se lo dio con gusto y durmió feliz.

                Entonces apareció el hombre que se había ido a la guerra. "Federico, te daba por muerto", gritó María, muerta del asombro. El hombre no reconoció a María sin sus besos. Se despidió casi de inmediato y compró el periódico para saber dónde había otra guerra. Allí murió con una bala en el corazón y el dulce nombre de María en la boca.

                María se casó y el resto de su vida fue feliz con besos de negro.



Triunfo Arciniegas